La cocina central de UDON ha recibido a unos invitados muy especiales: los más pequeños de la familia. Ojos grandes llenos de curiosidad, ilusión y algunos nervios han acompañado a los niños y niñas que han sido cocineros por un día. Manos limpias, delantal atado y gorro bien colocado. Todo listo para ponerse manos a la obra.
El taller ha empezado con una cata de producto japonés. Picante, umami, amargor… son sabores nuevos para los tiernos paladares. Los más atrevidos han probado guisantes de wasabi, alga nori y trocitos de shiitake. Los niños y niñas han visto que en el mundo hay ingredientes muy variados y distintos a los que estamos acostumbrados. Y han entendido qué significa viajar a través de la gastronomía.
Una vez descubiertos los ingredientes nuevos, llega el momento de ensuciarse las manos. ¡Todos a cocinar! Los minis chefs han rellenado unas gyozas con carne de cerdo picada, shiitake, cebolla y jengibre. Todo bien salteado con un poquito de aceite de oliva. Dentro de la gyoza estos ingredientes están muy ricos.
Llega el momento más esperado. Elaborar (y comer) Dorayakis. La merienda favorita de Doraemon. Para la masa: harina, huevo, levadura química, leche y agua. Los chefs mayores han cocinado la masa en la sartén dándole una forma bien redondita. Una vez hechas las masas, y ya frías, los peques las han rellenado con lo que más les gusta, crema de chocolate. Y voilà, un perfecto, dulce y apetitoso Dorayaki que no puede esperar a ser comido.
Los pequeños chefs de UDON han conocido nuevos olores, nuevas texturas y nuevos sabores. Y también han aprendido a divertirse cocinando. Ellos nos han recordado el placer de viajar a mundos lejanos desde cualquier cocina. Porque siempre habrá sabores nuevos para descubrir, con la misma ilusión de cuando éramos niños.
Buen provecho y buen viaje familias. ¡Itadakimasu!